La problemática latente sobre la reducción
de los suministros de agua alrededor del mundo, los desastres naturales como inundaciones
o sequías nos empuja a ser más constantes en las reflexiones, discusiones y
debates sobre que podemos hacer. El hecho de que el nuevo presidente de los
Estados Unidos de América haya borrado la página de la Casa Blanca sobre el
cambio climático a tan solo horas de su gestión es una primera señal de alerta
mundial.
La puesta en marcha de una nueva política
internacional que amenaza con retroceder
algunos avances positivos conseguidos a nivel mundial, y sobre todo porque niega a toda costa el
calentamiento global, inquieta profundamente sobre el futuro de nuestro
planeta. Con el fin de impulsar el sector del petróleo y el gas, el presidente de
Estados Unidos, Donald Trump eliminará
políticas como el Plan de Acción Climática según un comunicado publicado en la
Casa Blanca. Pueda que este solo sea una nueva oportunidad para tomar nuevas
fuerzas y hacer que más grupos sociales de los diferentes estratos de nuestras sociedades se involucren y se interesen más en
el asunto.
No importa en que ciudad, sea la
más segura, la de mayor crecimiento económico o la mas vulnerable, los efectos
del cambio climático sin duda será un efecto dominó que golpeará físicamente con
inundaciones en algunas regiones y con sequías en otras. Mientras algunos
gobiernos desviaran fondos en reconstrucción;
otros lo harán mitigando el hambre de miles de damnificados y a la recuperación
de cosechas. Las inéditas fuertes nevadas que se ha suscitado en los últimos
años en varios países de Europa y Estados Unidos son apenas los primeros pasos
hacia un camino de desastres mundiales sobre todo en ciudades costeras, un
hecho en la que más del 90% de los científicos del mundo comparten.
Países más desafortunados, por
desgracia la mayoría son países pobre en vías de desarrollo, estarán centrando
gran parte de su presupuesto en la mitigación de los efectos del cambio
climático y por su poca capacidad de cobertura se prevé desastres humanitarios
como lo ocurrido en Haití recientemente en 2016 con el huracán Matthew. Actualmente
China posee seis de los diez desastres naturales más mortales.
La política internacional afronta grandes desafíos en los
años venideros, un nuevo actor político plantea un nuevo panorama mundial. Ojala
que dentro de este nuevo escenario no se encuentre la invasión de países ricos
en petróleo como lo ocurrido en 2003 con Irak. Lo cierto es que la humanidad
tiene una nueva oportunidad de reinventarse y mostrar su compromiso con el
cambio climático y el planeta.
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