Desde hace varios años varias generaciones hemos sido
sorprendidos por la industria cinematográfica con películas de ciudades
futuristas dotados con tecnología de punta. Dentro de estas podríamos recordar
un clásico como Blad Runner de 1982 o el Demoledor (Demolition man) en 1993. Hasta
hace poco, varios artículos tecnológicos como los teléfonos inteligentes,
televisores 3D o visores con tecnología de realidad virtual, solo se conocían
en el mundo de la ciencia ficción.
Como parte de ese dinamismo de avance entre ciencia y
tecnología, hoy en día se habla de ciudades inteligentes sostenibles más que un
esfuerzo por querer superar a la ciencia ficción surge como necesidad contra
los problemas que actualmente las mega ciudades sufren en el mundo, entre estos
están: la migración del campo a la ciudades generando un crecimiento de la
población urbana mundial que es de 65 millones por año, se calcula que más del
50% de la población mundial vive en la ciudades por lo que las comodidades
básicas son más escasos mientras los niveles de contaminación van en aumento.
Desde hace diez años el concepto de Ciudades Inteligentes
Sostenibles se ha manejado para aprovechar el potencial de las tecnologías de
la información y comunicación en los sistemas de gobierno urbano. El fin de
esta nueva tendencia en la creación de ciudades económicamente y socialmente
avanzadas, pero sobre todo lograr la sostenibilidad medioambiental. Dentro de
este marco de innovaciones se busca tener resistencia frente a catástrofes, la
reducción de las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero), protección
contra el delito y la ciberseguridad.
Existen estimaciones que aseguran que para el año 2050 la
población urbana crezca en un 60% referente a la actual y ante este inminente
hecho la presión sobre la disponibilidad de los recursos naturales como el
agua, el suelo y los combustibles fósiles aumentaran considerablemente generando
situaciones de escasez mundial.
La idea principal es la inversión en tecnología para estimular
el crecimiento económico, el progreso social y mejorar las condiciones
ambientales. Mucho más que un desafío para ingenieros, arquitectos y urbanistas; es todo un reto político y económico y debido a
los riesgos a los que la humanidad se enfrenta el día de hoy, esta ya no es una
tendencia tecnológica.
Dentro de los objetivos de las Ciudades inteligentes
Sostenibles es lograr la incorporación de un sistema de integrado de gestión
del agua en las que se espera tener información detallada acerca de la forma en
que se utiliza a modo que sea orientada al consumo; tener vigilancia para la
prevención y detección de emergencias, evitar inundaciones y evitar catástrofes
relacionados con el agua, además de una distribución inteligente del agua con
tuberías inteligentes que ofrezcan información acerca del esto de la red
hidrológica.
El concepto de ciudad inteligente y sostenible es el de un
“Sistema de sistemas” altamente eficiente basado en la integración horizontal y
vertical de los procesos urbanos. Se podrá compilar y centralizar en una
plataforma integral como un sistema integrado de gestión urbana dotado de
sensores para detectar diversos eventos o incidentes en las infraestructuras,
como emergencias que se pueden detectar y evaluar rápidamente.
Los pasos gigantescos que la humanidad ha hecho en la
industria, ciencia y tecnología hasta hoy solo representan crecimiento
económico y deterioro en los recursos naturales en todo el planeta. Pero
gracias a la ciencia y tecnología surge para la humanidad una nueva oportunidad
para desarrollar una industria más amigable con el medio ambiente. Pero, como
se dijo con anterioridad no es un reto para cuerpos de ingenieros, urbanistas y
arquitectos, sino un desafío para los gobiernos y ciudadanos. Solo es cuestión
de tomar la decisión correcta.
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