Por su posición geográfica y
especial en el mundo, Guatemala posee una enorme riqueza natural que se traduce
con una gran biodiversidad de flora y fauna que se resisten a desaparecer ante
el avance de la actividad agrícola como el azúcar, café y palma africana; así
como también proyectos de extracciones mineras, petroleras e hidroeléctricas.
Todas las anteriores sostienen constantes roces con la población donde asientan
sus actividades debido a las dudosas
formas en las que son aprobadas las licencias para operar por parte de las
autoridades del Ministerio de Energía y Minas; Ministerio de Ambiente y
Recursos
Naturales, Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación, finalmente
el Presidente de la República. Así como también las formas desastrosas en las
que manejan sus desechos poniendo en riesgo la vida y salud de las personas y
por su puesto de la flora y fauna.
Analizaremos a tres de los ríos
más caudalosos y largos del país, los problemas que actualmente afrontan ya que
estudiosos de la materia afirman que el 95% de los ríos del país se encuentran
contaminados, un dato que alarma y preocupa dado a que aún se cuenta con
grandes fuentes de recursos hídricos que pueden ser aprovechados de forma
responsable que garanticen a largo plazo la sostenibilidad de las distintas
especies de flora y fauna; y por supuesto el desarrollo económico de la nación.
Los sistemas montañosos del país
determinan tres grandes regiones hidrográficas o vertientes: la vertiente del
océano Pacífico, la vertiente del Atlántico Caribe que desembocan en el golfo
de Honduras y la vertiente del golfo de México de los ríos ubicados en la
península de Yucatán.
La vertiente del Pacifico
contiene 18 cuencas de ríos cortos y de curso rápido e impetuoso. Los
principales son el río Suchiate y el río La Paz, ambas sirven de frontera
natural el primero con México y el segundo con El Salvador. Por su parte en la
vertiente del Atlántico Caribe desembocan ríos extensos y profundos, entre los
más importantes están el río Motagua o río Grande y el Río Dulce, desagüe
natural de lago de Izabal. Y por último, mas no el menos importante, la
vertiente del golfo de México donde desembocan diez ríos de las cuales
sobresalen el río La Pasión y el Chixoy o Negro.
VERTIENTE DEL PACIFICO
A) RÍO PAZ
El río Paz nace en las montañas de Quezada, al
noroeste del departamento de Jutiapa, Guatemala.
Tiene un recorrido de 134 km y sirve de línea divisoria entre El Salvador y Guatemala. En distintos lugares de su curso, ofrece pozas
y remansos apropiados para el veraneo. Comunidades enteras de Guatemala y El
Salvador se ven beneficiados ya que constituye una fuente importante para su
desarrollo.
Por desgracia este río es amenazada por la actividad que van
desde pequeños agricultores hasta los grandes ingenios que aprovechan sus aguas
para depositar sus desechos químicos. En
Mayo de 2016, el Gobierno salvadoreño decretó “estado de emergencia ambiental” producto de un derrame de melaza
provocado en el ingenio azucarero La magdalena. Como resultado de este desastre
miles de peces y de otras especies acuáticas murieron a causa de este derrame.
El Agua espumosa y de color café adicionado al olor fétido de los peces muertos
solo reflejaba el lento proceso de contaminación
que el Río La Paz sufre en silencio desde hace muchos años.
La situación
actual de los recursos hídricos en la cuenca no es más que el reflejo de los
avanzados procesos de deterioro ambiental ocasionados por la alta presión
poblacional sobre los recursos –en particular desde El Salvador-, la falta de
conocimiento sobre el uso y aprovechamiento de los mismos, y la extrema pobreza
Algunos
productores de caña y ganado en la parte media de la cuenca desvían
artificialmente el curso del río para hacer uso del agua en el riego de caña y
pasto para el ganado. Esto limita la disponibilidad del recurso aguas abajo,
tanto para las poblaciones locales como para los ecosistemas.
VERTIENTE DEL ATLÁNTICO CARIBE
A) RÍO MOTAGUA O RÍO GRANDE
El río Motagua
tiene una longitud de 486 kilómetros y su cuenca cubre aproximadamente 12,670
kilómetros cuadrados. Se convierte en río internacional en su parte baja
(Límite fluvial Guatemala-Honduras), y atraviesa varios Departamentos. Nace en
el Departamento de Quiché, pasa por los Departamentos de Baja Verapaz, El
Progreso, Zacapa e Izabal. 14 Departamentos y 95 Municipios forman parte de la
cuenca. Es considerado el río más largo de Centroamérica. Cuenta con una
disponibilidad anual de 65,000 millones de metros cúbicos de agua que la
convierten en una fuente importante del líquido vital para las poblaciones
asentadas en la cuenca, así como, para la industria y la producción agrícola.
En el área se
desarrollan actividades de producción, extracción y explotación diversas, con
alta inversión en tecnología, lo cual crea las condiciones para la presencia de
altos niveles de contaminación y otros impactos ambientales. Por otra parte,
los bosques y otros recursos naturales son medios de vida importantes para la
población que cuenta con un nivel de vida muy bajo, cuya dependencia de éstos
contribuye a la degradación acelerada de dichos recursos. Desde las
comunidades aledañas a la Cuenca, se descargan aguas de origen doméstico e
industrial – por empresas ubicadas en las vertientes del Valle de la Ermita-
sin tratamiento alguno tanto en el río Motagua, como en el río Las Vacas
–dependiente del Motagua-. Esto trae como consecuencia no solo la contaminación
del recurso hídrico, sino que el cauce del río arrastre -sobre todo durante la
época de lluvia-, productos agro-químicos, materiales orgánicos, plásticos,
papeles, cartones, llantas usadas, entre otros desechos, los que finalmente
alcanzan el Mar Caribe y se instalan en la Bahía de Omoa, en una dimensión
espacial que se aproxima a los 45 kilómetros.
Se calcula que
el caudal del Motagua es receptor de más del 50% de los desagües de la capital
guatemalteca, así como de los Municipios vecinos, tales como Chinautla, Mixco,
San Pedro Ayampuc. Cabe señalar, que la presencia de metales pesados en el agua
tiene un gran impacto sobre los peces, ponen en riesgo la producción agrícola,
y amenazan la salud de las personas y la subsistencia de los ecosistemas
naturales.
Es preciso
recordar que el río Motagua posee uno de los caudales más abundantes de
Guatemala, es el de mayor longitud en Centroamérica, y asimismo es el recurso
hídrico más contaminado del país. En la actualidad el caudal del río Motagua
está siendo afectado por el cambio climático, asimismo, por el cambio en el uso
del suelo, en especial -como se apuntó-, como resultado de su saturación con
aguas residuales y por la contaminación con desechos sólidos en el río con
impactos en la salud, el ambiente y en las oportunidades productivas en el
entorno de ese curso de agua internacional. Ante esta situación, es fundamental
que a todos los esfuerzos emprendidos por las Partes se les de la debida
continuidad y que se puedan producir sinergias entre todos éstos.
VERTIENTE DEL GOLFO DE MÉXICO
A) RÍO LA PASIÓN
La cuenca del Río La Pasión comprende
un área de 10,000 km y es un humedal de importancia ya que
sirve como zona de amortiguamiento y contribuye a la protección de las tierras
bajas. Como es normal en muchos del los mantos acuíferos de Guatemala, es hogar
de muchas especies de aves, animales y de peces. Es fuente de alimentación y
empleo de varias comunidades que viven en las riveras del río.
En el año 2015 fue escenario del
desastre ecológico más grande en la historia de Guatemala. Esta vez sería REPSA
la involucrada en este derrame del químico de malation que produjo la mortandad de más 40 toneladas
de 23 especies distintas de peces que alteró, consecutivamente, las redes de interacción
y las cadenas alimenticias, indispensables para el funcionamiento del
ecosistema y existencia de la pesca. Los alcances de este desastre se
extendieron cerca de 150 kilómetros afectando poblaciones de peces, reptiles, mamíferos
como también a 16 comunidades y alrededor de 30 mil familias.
Una mortandad de esta magnitud afecta el
potencial de desove a futuro. Esto, en términos prácticos, podría indicar que
no hay suficientes adultos reproductores para mantener la pesca en los
siguientes dos a cuatro años, y la recuperación dependerá de muchos factores,
por la complejidad del sistema.
En su momento, el
Ministro de Ambiente, Oscar Medinilla afirmó que la empresa REPSA, acusada de
la contaminación del río La Pasión, carecía de Estudio de Impacto Ambiental
(EIA) para realizar sus operaciones. El ministro informó también que la empresa
NAISA, productora y procesadora de palma africana que también opera en la
región de Sayaxché, carecía del respectivo EIA.
En la actualidad no existe resolución judicial que determine a
los responsables de este desastre, mientras tanto cientos de personas aún viven las
consecuencias como la perdida de sus viviendas como producto de embargos de
prestamos bancarios, ya que al depender directamente de la pesca la fuente de
trabajo murió junto a los peces.
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